Adentrarse en la majestuosidad de los castillos es como sumergirse en un cuento de hadas lleno de historia, elegancia y misterio. Desde imponentes fortalezas medievales hasta suntuosas residencias reales, los castillos ofrecen una ventana al pasado y despiertan la imaginación con sus torres imponentes, murallas impenetrables y exquisitos jardines.
En esta fascinante lista, exploraremos algunos de los castillos más hermosos del mundo, cada uno con su propio encanto único y una historia que contar.
Desde las escarpadas montañas de Europa hasta las exuberantes colinas de Japón, estos castillos son testigos silenciosos de épocas pasadas y verdaderas joyas arquitectónicas que nos transportan a un mundo de fantasía y esplendor.
1. Castillo de Himeji, Japón
Situado a unos 30 minutos en tren bala al oeste de Osaka y Kobe, Himeji se eleva sobre el Mar Interior y está considerado el epítome del castillo feudal japonés.
Tesoro nacional japonés y Patrimonio de la Humanidad, esta elegante estructura encalada también recibe el nombre de «Castillo de la Garza Blanca» por su parecido con un gran pájaro alzando el vuelo.
2. Palacio del Gran Maestre de los Caballeros de Rodas, Grecia
Este clásico castillo medieval se alza sobre la isla de Rodas, en el mar Egeo. Construido originalmente como ciudadela bizantina, fue remodelado en su forma gótica actual por los caballeros cruzados de San Juan cuando Rodas servía de cuartel general de su gran maestre.
Durante la breve ocupación italiana de las islas del Dodecaneso, Benito Mussolini utilizó el castillo como residencia de vacaciones. En sus exposiciones arqueológicas permanentes se exhiben reliquias de la antigua Grecia y del primer periodo cristiano.
3. Neuschwanstein, Alemania
Aunque mucha gente considera esta obra maestra bávara el epítome de un castillo alemán, se trata de una creación relativamente nueva, erigida a finales del siglo XIX a instancias del rey Luis II.
El monarca bávaro dio instrucciones a sus arquitectos para que diseñaran algo que reflejara tanto las óperas de Richard Wagner como los ideales románticos de la Edad Media: una fantasía como el castillo de la Bella Durmiente de Disneylandia, pero con los Alpes nevados como telón de fondo y las llanuras bávaras extendidas por debajo.
Neuschwanstein es también una de las favoritas del cine, ya que ha aparecido en numerosas películas a lo largo de los años, como «Chitty Chitty Bang Bang» y «La gran evasión».
4. Alcázar de Segovia, España
El Alcázar, uno de los castillos más impresionantes de toda Europa, se alza sobre un estrecho promontorio rocoso que domina las llanuras de Castilla la Vieja, en el centro de España.
Aunque su origen se remonta a una fortaleza romana, la estructura evolucionó a lo largo de cientos de años hasta convertirse en un castillo medieval prototípico, con un profundo foso, un puente levadizo, torres redondas de vigilancia y una robusta torre del homenaje, así como aposentos reales profusamente decorados.
El Castillo de Segovia es conocido sobre todo por haber albergado a la reina Isabel y al poderoso Felipe II antes de que la corte real se trasladara a Madrid.
5. Pena Palace, Portugal
Otro vástago del movimiento romántico que barrió la Europa del siglo XIX, Pena corona una colina cerca de Sintra, Portugal.
Mandado construir por el rey Fernando II en el emplazamiento de un monasterio en ruinas dedicado a la Virgen de Pena, el castillo es una extravagante mezcla de varios estilos históricos, como el gótico, el morisco y detalles renacentistas.
Los vivos colores rojo y amarillo del castillo -y su llamativa torre del reloj- dan a Pena un aire mucho más alegre que los sombríos castillos de otros lugares de Europa.
6. Fortaleza de Amber, India
Erigida a principios del siglo XVII por el gobernante mogol de Rajastán, la Fortaleza de Amber corona una colina cerca de Jaipur, con sus robustos muros reflejados en las aguas del lago Maota.
El complejo palaciego intramuros gira en torno a patios flanqueados por exquisitos ejemplos de arquitectura rajput, como los Apartamentos del Maharajá, el Sukh Niwas (Salón del Placer) y el Diwan-i-Am (Salón de Audiencias Reales).
Aunque antaño estaba de moda subir en elefante por el empinado camino de entrada, ahora se aconseja a los visitantes caminar o coger un taxi 4×4.
7. Ksar de Aït-Ben-Haddou, Marruecos
Esta enorme estructura de adobe al borde del Sáhara ha protagonizado más de una docena de películas y programas de televisión, entre ellos «Juego de Tronos», «Gladiator» y «El hombre que quiso ser rey».
El complejo cuenta con una ciudad baja fortificada junto al río Asif Ounila -donde aún reside gente- y una ciudadela parcialmente en ruinas en la cima de la colina.
Las casas de huéspedes de estilo bereber ofrecen alojamiento a los visitantes de un ksar construido originalmente en el siglo XVII como parada nocturna para las caravanas que viajaban entre Marrakech y Sudán.
Yuniet Blanco Salas