Algunos fabricantes de automóviles están considerando cerrar plantas en China, y traer sus trabajadores extranjeros, hasta que pase la tempestad del coronavirus.
Con más de 9.000 personas en China ahora infectadas por el coronavirus y más de 200 muertos, las autoridades chinas están tomando medidas importantes en un intento por detener la propagación de la enfermedad, entre otras cosas, limitando los viajes y cerrando algunas escuelas y fábricas donde el virus podría ser transmitido.
Se espera que la crisis tenga un impacto significativo en la industria automotriz, en parte porque el brote de coronavirus se centra en Wuhan, la capital de la provincia de Hubei.
No es solo una de las ciudades más grandes de China, sino también el segundo centro de producción automotriz más grande del país.
Según los medios extranjeros que reportan desde China, citan que es difícil medir el impacto directo porque están a mediados del año nuevo chino, cuando todas las plantas estarían básicamente inactivas esta semana. Pero la próxima semana es cuando la caída en los números de producción comenzará a aparecer, citan la mayoría de los medios que informan de país asiático.
La mayoría cree que el impacto del virus será sustancial, especialmente si las fábricas permanecen cerradas en Wuhan por más de un corto período, y el gobierno de Beijing ya ha anunciado que la región estará en cuarentena durante al menos varias semanas.
Wuhan sirve como una importante base de producción para las marcas extranjeras. Varios fabricantes de automóviles chinos, como el socio de Nissan, Dongfeng, también operan en Wuhan y sus alrededores.
Nissan, Kia, PSA y Honda. Nissan producen alrededor de 1.5 millones de autos al año en la ciudad, mientras Honda unos 700,000.
La epidemia de coronavirus, que parece haber surgido de un mercado de ganado en la ciudad de Hubei, la enfermedad se ha extendido por todo el país y más allá. Otras regiones de China se han estado moviendo para tomar sus propias precauciones, si bien Hubei es la considerada Zona Cero del flagelo.
Según datos de la industria. Shanghái es el mayor centro de producción automotriz en la nación y la productora de automóviles más grande del mundo, está extendiendo el cierre tradicional del feriado del Año Nuevo Chino, que comenzó el pasado fin de semana, del 1 al 10 de febrero, cerrando por completo las escuelas, fábricas y oficinas.
Por lo que, incluso una semana adicional cerrando las plantas automotrices, en la ciudad de Shanghái, con una población de casi 25 millones, podría medirse en la pérdida de más de 100,000 vehículos.
Toyota ha implementado una prohibición de los viajes de los empleados a China hasta nuevo aviso, mientras Honda está, evacuando unos 30 empleados y familiares japoneses, regresándolos a sus casas.
General Motors dijo que monitoreará la situación, y ha establecido una prohibición a sus empleados de viajar a China, pero aún no ha decidido si evacuar a sus trabajadores.
El gigante de Detroit es uno de los mayores fabricantes de automóviles extranjeros en China, y emplea a una gran cantidad de trabajadores estadounidenses en el país.
Ford dijo que espera reiniciar su producción en China el 3 de febrero, el tradicional fin de las vacaciones de Año Nuevo. Pero un portavoz dijo que podría extender su cierre si las condiciones lo ameritan.
El coronavirus llega en un mal momento para la industria automotriz china. Mientras que el país ha crecido hasta convertirse en el mercado de automóviles más grande del mundo, con dos décadas de crecimiento continuo, la demanda disminuyó el año pasado y con esta epidemia no está claro si el mercado se recuperara en el 2020.